Eres una persona asertiva?
El significado de asertividad según la Real Academia Española (RAE) es: “Expresar su opinión de manera firme”.
La definición de asertividad consiste en una capacidad social en la que aprendemos a expresar nuestros sentimientos, emociones, descubrimos la manera de respetarnos a nosotros mismos pero sin actuar de de manera agresiva. ¿Qué es ser asertivo? Por ende, el significado de asertivo o asertiva es la persona que utiliza la asertividad para comunicarse, es decir, que su conducta se basa en el respeto tanto hacia los demás como hacia él mismo o ella misma.
A continuación, con estos ejemplos de asertividad y comunicación asertiva te mostramos qué es la asertividad con ejemplos para que entiendas mejor esta situación.
Pongamos la siguiente situación bastante simple: llegas tarde a un encuentro con un amigo. Tu amigo te reprocha que eres un impuntual y que siendo así le faltas al respeto. Que no puedes llegar siempre tarde. Ante esta situación podrías:
No decir nada y dejar que siga su discurso.
Decirle que es un exagerado y que él si que te está faltando al respeto diciéndote eso.
Pedirle disculpas por tu tardanza, decirle que tiene razón, pero que el hecho de que haya llegado un poco tarde una vez no implica que sea un impuntual ni un irrespetuoso.
¿Qué harías tú? Ni la primera opción ni la segunda son conductas apropiadas o características de la comunicación asertiva. En esa situación, si lo que pretendemos es reducir nuestro estrés y tratar a las demás personas con respeto, la tercera opción es la más asertiva que puedes llevar a cabo. Por tanto, la tercera opción es un ejemplo de conducta asertiva, mientras que la primera alternativa es un ejemplo de conducta pasiva y la segunda opción hace referencia a una conducta agresiva.
La asertividad suele estructurarse en 3 pasos:
Centrarse en exponer los hechos y los datos. En esta fase no exponer sentimientos, opiniones o razonamientos de ningún tipo. “Cuando se produce determinada situación”
Exponer claramente lo que tú deseas. Aclara todas tus razones, tus motivos personales y tus sentimientos. “Me siento de X manera porque me da la sensación de…”
Di claramente y sin rodeos lo que esperas que haga el otro. “Te agradecería que…” “Podríamos…”
Las técnicas de asertividad para potenciar la conducta asertiva más comunes son:
La técnica del disco rayado: Esta técnica tiene como objetivo ser persistentes en aquello que queremos y que en ocasiones, cuesta mantener tras la insistencia del otro. Cuando alguien nos insiste en que aceptemos tal o cual cosa que no queremos, está intentando manipularnos, llevarnos a su terreno e incluso hacernos sentir estúpidos por no aceptar lo que nos ofrecen.
Autorevelación: exponer en primera persona cómo uno se siente o lo que uno piensa sobre algo. Cuando nos estamos comunicando en muchas ocasiones los temas no fluyen adecuadamente porque la otra persona no sabe a ciencia cierta qué pensamos o sentimos por eso es vital revelar información acerca de nosotros mismos. Debemos ser capaces de expresar cómo pensamos, sentimos y reaccionamos ante lo que nuestro interlocutor nos dice, eso le permitirá a la otra persona, si bien no aceptar, al menos comprender nuestras opiniones y decisiones y respetarlas.
Interrogación negativa. Existen momentos donde no estamos de acuerdo con las ideas de nuestro interlocutor, sin embargo, expresar directamente: «Tu idea es inadecuada» solo puede favorecer el encierro de la otra persona en sus posiciones. Resultados muy diversos tiene la interrogación positiva: «No comprendo. ¿Puedes explicarme que hay de negativo en…? Este tipo de preguntas conducirá a un diálogo que permite ahondar en la cuestión poniendo en común las ideas de ambas partes.
Preguntar: no dar nada por sentado, preguntar al otro lo que piensa, lo que siente y lo que quiere. Evita el sarcasmo y los mensajes “tu”.
Banco de niebla: La técnica del banco de niebla puede utilizarse cuando nos critican o nos aconsejan y lo percibimos como un intento de manipulación. Se trata de dar la razón al contrario en parte, pero dejando la decisión de actuar, el juicio último de nuestra actuación, en nuestra mano. Sirve para disminuir la urgencia de una actuación por nuestra parte, demandada por un contrario que intenta manipularnos. Deja un mensaje del estilo: “Recibido, ya veré qué hago al respecto.”
Madre: Hija, ayer por la noche llegaste muy tarde
Hija: Sí, mamá, llegué algo tarde
Madre: Ya te había dicho que no puedes llegar más tarde de las 10
Hija: Mamá, es cierto, me lo habías dicho. Lo estábamos pasando bien viendo una película en casa de Carmen y no pensé que fuera tan importante llegar una hora tarde
Madre: Como sigas así te vas a echar a perder. De noche puede pasarte algo malo.
Hija: Mamá, puede que tengas razón. Quizá pueda pasarme algo. Yo me cuido e intentaré que no suceda nada malo.
Técnica de diferenciar un comportamiento de un modo de ser: se le hace ver al otro que aunque incluso uno pueda haber cometido un error, eso no implica que es una mala persona. Por ejemplo, “Aunque hoy haya llegado tarde, eso no quiere decir que sea impuntual”.
Cómo puedo mejorar mi grado de asertividad?
Identificar tus necesidades y buscar satisfacerlas: No esperes que alguien reconozca lo que necesitas, podrías esperar para siempre.
Entiende que para aprovechar todo tu potencial debes satisfacer tus necesidades.
Encuentra forma de satisfacer tus necesidades sin sacrificar las de los demás.
Oponerse de forma asertiva. Aprender a decir no! Si alguien te está insistiendo para que hagas algo que no deseas, di que no, tu opinión y decisión cuentan.
Afrontar críticas de forma constructiva: Se basa en afrontar las críticas de forma constructiva. Lo puedes hacer pidiendo detalles sobre la crítica (cómo, qué, quién) e información. De esta forma, podrás conocer bien lo que quiere transmitir el interlocutor. Es conveniente que te muestres en parte de acuerdo con la crítica en caso de que sea verdadera o pueda serlo, respetar a la otra persona, y dar las gracias. Por otra parte, no es lo mismo una crítica lanzada por una persona con criterio que otra de alguien sin suficiente información.
Aceptar y manejar tus emociones: Una de los obstáculos de la comunicación asertiva es la creencia de que tener emociones como la ira es malo. Sin embargo, la ira es una emoción normal y no eres malo por sentirla. Por su puesto, una cosa es sentirla y otra expresarla de forma negativa con ataques personales, insultos o venganzas. La persona asertiva acepta sus emociones, las controla y las expresa respetándose a si mismo y a la otra persona.
Solicitar cambios de comportamiento: En este caso pueden surgir una serie de problemas como: a) acusar al otro de tener problemas, lo que empeorará el conflicto, b) acusar al otro de mostrar siempre lo que queremos cambiar, c) creer que lo hace malintencionadamente y d) expresar solo consecuencias negativas. Para hacerlo de forma correcta debes: asumir el problema, describir el comportamiento que quieres cambiar, enunciar las consecuencias del cambio de comportamiento, expresar cómo te sientes por el problema, finalizar solicitando el cambio de comportamiento de forma concisa y clara. Ejemplo: Ana, es molesto el humo del tabaco, me afecta y no respiro bien. ¿Puedes fumar fuera?
Recuerda que ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a equivocarnos y a no ser juzgados por ello de manera excesiva.
Cuando pidas algo, no lo hagas “a cambio” de otra cosa (es decir, no aceptes ni realices chantajes morales o emocionales).
No te justifiques ni te humilles ante el otro, pero tampoco le coacciones o le hagas chantaje emocional.
Mantén siempre la calma y el autocontrol.
Exprésate con claridad, sin rodeos.
Si recibes una negativa, di que comprendes las razones del otro. Si lo crees necesario y conveniente, vuelve a intentarlo en los mismos términos.
No ser reactivo, es decir, no acalorarse ni seguir el juego en las conversaciones alteradas. Permanecer sereno. No aceptes entrar en el juego de las conversaciones negativas o malintencionadas. No contraargumentes ni lleves la contraria. Las conversaciones malintencionadas no buscan llegar a acuerdos mutuos, sino que pretenden manipular y desestabilizar.
Si te critican abiertamente, puedes usar dos tácticas, según lo requiera la situación: Pedir al otro que critique concretamente tus actuaciones, no a ti mismo. Admitir la crítica de manera serena y despreocupada. Es decir, admitir tan sólo que dicha crítica “puede ser” cierta, lo que implica asimismo que “puede no ser” cierta con lo cual no cedemos y mantenemos la calma.
No te tomes las negativas, los reproches o las críticas de manera personal. Evitarás resentimientos inútiles.
Ante un interlocutor agresivo o enfadado, condúcele discreta pero firmemente a que se centre en “los hechos”, en lo que realmente ha sucedido, no en las personas.
Propón buscar soluciones en torno a los hechos, no en las personas. Los hechos pueden cambiarse, las personas que son más difíciles de cambiar, y nosotros no somos quién para cambiar a nadie.
Salva siempre la dignidad del otro, evitarás su resentimiento y su venganza.
“El secreto de gran parte de los conflictos se encuentra en un fallo de comunicación”
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